Pan y Vino

San Esteban del Molar,
Municipio de Pan y Vino,
Tierra del Pan

Los primeros habitantes de Tierra de Campos fueron los vacceos, posteriormente fue ocupada por los romanos y después por los godos, adquiriendo entonces la denominación de Campos Góticos (Campi Gothorum), de donde deriva su nombre actual.

En la época Musulmana pasó a ser un desierto fronterizo entre los cristianos al norte y los musulmanes al sur y, a mediados del siglo IX comenzó a ser repoblada por Ordoño I de Asturias. Frontera entre León y Castilla durante la baja edad media. La convivencia de estas tres culturas no pasó desapercibida en la comarca, destacando principalmente el arte mudéjar.

La primera referencia a Tierra de Campos fue en las crónicas de Alfonso X el Sabio. En el siglo XIII, con Fernando III el Santo, rey de León, la comarca empezó a adquirir mayor protagonismo, pues este rey unificó los reinos de León y Castilla. Además este monarca concedió a Tierra de Campos el permiso para celebrar el primer mercado de Lana europeo. Ante este marco se ubicaron las principales sedes bancarias.

En tiempos medievales y renacentistas los suelos arcillosos de esta comarca, eran muy aptos para el cultivo de los cereales, lo cual produjo su esplendor. De esta época datan los grandes monumentos que se pueden ver en algunos de sus pueblos.

Antigua y Medieval
De Iberia al Campo Zamorano.
Campos Vacceos hacia Roma.
Primeros Asentamientos s.XI - XII
Fijación del hábitat.
Audiencia
Audiencia y Chancillería.
Pleitos Civiles y Criminales.
Pleitos de Hidalguia.
Reales Ejecutorias.
1536 Juan y Rodrigo Pantigoso.
1594 Alvaro de Villagómez. † 1528
1608 Rodrigo Alonso Campuzano.
1623 Rodrigo Alonso. 1639 Francisco Fernandez.
1636 Gaspar Güemes.
1640 Mateo Marbán. 1758 Joaquina de Quesada.
1769 Antonio Fernández.
1796 Francisca Iglesias. † 1762
1820 Doña Ana Marbán.
1825 Don Servardo de Castro.
1827 Doña Teresa Alonso.
1833 Don Félix Fermoso.
1905 Doña Maria Rosalía.
Ecclesiasticus.
Deprecaciones al Stº. Cristo
El despoblado Villaseca
1751 El Interrogatorio.
El despoblado Villaseca.
La Vara Castellana.
Marqués Ensenada 1751
1751 Catastro de la Ensenada.
1865 Fallo del Supremo.
1868 La Gloriosa.
Desarrollo del Medio Rural
1909 - 11 Entre Gente Sencilla.
1920 - 23 Oligarquía parlamentaria.
1921 El Voto de Villa. 1876
Censo de Pecheros.
Censo histórico desde 1842
Las Candelas valor del pasado.
El Gran Olvidado Siglo XX
Pariente Pobre de la Democracia
1977 Concentración Parcelaria.
Vertices Geodesicos.
La Carretera.
Las Campanas de San Esteban
Las Campanas.
Las Matracas.
Lamparillas.
Las Piedras de San Esteban
Antigua y Medieval.
Camino Enlosado. Idées Fixes.
La Vía entre el Duero y el Esla.
Prensa Histórica
1483-1812 Regesta documental.
1815-1842 Felipe Alonso.
1843-1848 Canto y bacín de Regla.
1849-1853 Enrique Fernández.
1880-1885 Gregorio Vecino .
1887-1892 Eugenio Labrador.
1894-1905 Francisco Cadenas.
1906-1909 Asociacion obrera.
1910-1917 Hidalgos y regidores.
1918-1923 Elecciones provinciales.
1924-1931 La Tributación.
1932 Justo Iglesias. 1933 Benedicto Herrero. 1934 Ladislao Prieto. 1936 Vicente Tejedor. 1937-1940 Jesús Rodríguez. 1941-1944 Gregorio Costilla. 1944-1954 Papiniano Girón. 1955-1966 Diego García.
Cifras
El Censo y el Padrón. Los Alcaldes del Pueblo.
Informe socioeconómico 2010.
Informe socioeconómico 2011.
Informe socioeconómico 2012.

San Esteban del Molar es un municipio de España, en la comunidad autónoma de Castilla y León, dentro de la provincia de Zamora, situado en la comarca de Tierra de Campos. La totalidad de su término municipal se integra dentro de la ZEPA Penillanuras-Campos Sur.

Al inicio de la historia, los vacceos, pueblo de estirpe celtibérica, levantaban sus poblaciones fortificadas con muros de tapial y adobe, en los leves alcores de la zona, dedicándose a la agricultura de cereales y enfrentándose ferozmente al avance romano que no lograron evitar.

Cuando los romanos consolidaron su dominio integraron las tierras comprendidas entre el Esla y el Duero en el convento jurídico cluniense. Los godos se instalaron más tarde en esta zona, a la que llamaron “Campi gothorum”.

Tras la invasión musulmana y la aparición del reino cristiano de León, su rey, Alfonso III, decide repoblar los campos semivacíos con gentes de variados orígenes; gascones, foramontanos y mozárabes.

La fundación de San Esteban del Molar se circunscribe dentro del proceso repoblador emprendido por los reyes leoneses en la Alta Edad Medía en la zona. Así, en el reinado de Alfonso IX de León se recoge ya documentalmente la existencia de San Esteban del Molar, concretamente en una compra de terrenos que hizo en la localidad la Orden de San Juan en 1190. «Un matrimonio, compuesto por Fernando Pérez y Auroduce González, vendió a los freires del Hospital otra heredad en la villa de San Esteban del Molar, dentro del territorio de Benavente, por 40 áureos en 1190». | Centro de Estudios e Investigación "San Isidoro" (CSIC-CECEL), ed. El Reino de León en la Alta Edad Media. IX. p. 470.

Se especula que el apellido de esta localidad “Molar” proviene de algún notable molino que pudiera haber existido en el pasado, de hecho, las primeras noticias sobre el lugar que se remontan al siglo XIV, citándose un molino [Molar] de San Esteban. Otra teoría se inclina por sospechar que el lugar fuera una cantera de donde se extrajeran muelas.

Durante la Edad Moderna, San Esteban del Molar estuvo integrado en la provincia de León, tal y como recoge en el siglo XVIII Tomás López en mapa geográfico de una parte de la Provincia de León. No obstante, al reestructurarse las provincias y crearse las actuales en 1833, San Esteban del Molar pasó a formar parte de la provincia de Zamora, dentro de la Región Leonesa.

Al lado del pueblo discurrió la Cañada de Madrid, camino no sólo pecuario, sino también carretero que comunicó la capital de España con Galicia. El itinerario más viejo pasó a escasa distancia de las casas. Como descansadero de ganados se habilitó por allí un amplio prado llamado el Sestil del cual se conservan aún sus paredes de piedra.

El conjunto de sus calles mantiene su carácter tradicional y campesino. La Iglesia de San Esteban Protomártir es el centro espiritual y físico de la localidad, dentro de ella destaca el Santo Cristo de la Misericordia, imagen del crucificado inmensamente venerada y también destacan como elementos importantes los retablos que ocupan la cabecera, todos de transición entre el Rococó y el Neoclásico. Destaca la monumental pila bautismal, adornada con gallones, y una gran cruz griega en la parte frontal, rodeada de otras cuatro más pequeñas, muy resaltadas sobre el fondo pétreo.

Una costumbre singular del pasado fue la asistencia obligatoria a Vidayanes de un vecino de cada casa el día de San Marcos. Se iba procesionalmente, en rogativa y las gentes del pueblo anfitrión salían a recibir a los visitantes.

Tiene un especial interés una piedra cilíndrica colocada en unos jardinillos en lo que antes fue el Reguero. Se le conoce con el nombre del Rollo ya que es la función que debió de desempeñar. Quizás fuera el símbolo del señorío ejercido por los Marqueses de Astorga sobre la Villa. El monolito carece de cualquier detalle o expresión artística. Poseyó otras partes altas más significativas que se perdieron. Es un testimonio importante de la historia local.

Famosa fue la Piedra Hincada que aún permanece, aunque caída sobre un cerro contiguo a la carretera de Villalobos. Debió señalar la linde con tierras de ese vecino pueblo. Hacia Vidayanes se localizan los terrenos yermos de Villanueva la Seca, aldea que quedó despoblada a lo largo del S.XVI. En tierras que se designan con el nombre del torrejón se identifican los solares dónde se asentaron sus edificios más importantes. En ese paraje es muy conocida la fuente del Pimpín. Otros despoblados se recuerdan por el término, como el de San Roque, el de San Adrián y el del Nial. En el pasado reciente fue famoso el paraje llamado El Novenario. En él existían nueve árboles que fueron quienes le dieron el nombre. Por otra parte al igual que en toda la comarca, los palomares presentan formas realmente hermosas. De ellos todavía perdura algún ejemplar bien cuidado.

Muy importante fue siempre La Huerta los Cojos, situada en La Huerga. Contaba con una noria con la que se extraía agua del pozo. De los veneros que abastecieron al vecindario se recuerda el pozo del Higo y el Pozo Bueno que era el preferido para beber.

Festejan Las Candelas; el 2 de febrero. Fue en tiempos la fiesta grande del pueblo, cuando se sacaba a la Virgen en procesión portando una vela de cera encendida entre las manos. Celebran “El Cristo de la Misericordia” [16, 17 y 18 de mayo]. En las vísperas de la festividad se celebran novenas. El día del Cristo se celebra misa y, a la salida, se hace el tradicional “Voto de Villa”, leyendo el texto un representante del Ayuntamiento. En Verano se organiza una Semana Cultural; después de Nuestra Señora, 15 de agosto.



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