Mirando al cielo aparece la silueta en medio del horizonte, por cualquiera de sus cuatros costados, después en ese enclave el pueblo, mi pueblo se va acercando.
Se observan las puertas de casas abiertas, niños en bicicleta, mujeres sentadas a la sombra, gentío alrededor del canto de la torre, las escuelas, el frontón y lo más importante, esos días que han pasado juntos un año más con un programa de actividades variadas, que se va consolidando, un pueblo vivo y sobre todo un buen ambiente. Hay muchísimas personas que colaboran en todo lo que es la organización y se consigue gracias a la participación de todos los vecinos.
El pueblo se llena, recibe vecinos y visitantes. Alegría y emoción se unen a los recuerdos y anécdotas que rememoran una y otra vez antiguos vecinos del pueblo que, por motivos de la vida, tuvieron que seguir distintos caminos. El milagro económico español de los sesenta hizo salir a buena parte de gente del pueblo, la comarca fue especialmente castigada por el éxodo rural y continua luchando por mantener población.
Sin embargo no hemos olvidado nuestras raíces, el espíritu del pueblo como el de su gente sigue “intacto” por lo que regresaron por unos días a sus tiempos jóvenes y formaron parte una vez más, de su pueblo, nuestro pueblo al que nunca hemos olvidado.
Las actividades enmarcadas dentro de la semana cultural ha terminado, han sido de nuevo una etapa de participación y reencuentro, un reencuentro que nos deja un bonito recuerdo, no volvemos por volver, sino por haber estado.
Lo que nos ofrece y encontramos no es lo que vemos, sino lo que somos, por todo ello, aunque los que vengan de fuera se hayan reducido este año, su presencia es deseable.
A los que nos visitan, además de dar a conocer nuestros recursos naturales, artísticos, culturales e históricos, nuestro cariño e invitarles a continuar repitiendo la experiencia la próxima edición.
Se hace un gran esfuerzo para preparar y organizar año tras año, este reencuentro, entre el ayer y el hoy, variedad de miradas y con la esperanza que el camino andado perdure, se consolide en el tiempo, somos un pueblo pequeño abierto, dispuesto a apoyar lo que haga falta y cada año lo demostramos.
Agradecer a todas las personas que colaboran, en especial a esos que no se ven y están, a los que ahora toca volver a trabajar para dejar nuestras calles como antes de la fiesta.
Con las mejores intenciones mi reconocimiento y felicitación, enhorabuena a todos.
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