Fuentes de la Historia.

Cárcel,
Real Audiencia y Chancillería.

El Archivo de la Real Chancillería constituye uno de los fondos documentales más importantes de la Europa Medieval. Sus orígenes se remontan a las ordenanzas de Medina del Campo de 1489 por las que los Reyes Católicos, además de reorganizar el tribunal de la Real Audiencia y Chancillería, crearon su archivo. Sus fondos son una de las mejores fuentes para los estudios de historia local y más, cuando el archivo eclesiástico y municipal se han perdido, o es simplemente insuficiente. Están recogidos los datos de los pleitos civiles y reales ejecutorias conservados en los referidos y entre ellos se encuentran los correspondientes a San Esteban del Molar y el despoblado de Villanueva la Seca.

LA REAL AUDIENCIA Y CHANCILLERÍA DE VALLADOLID.

El origen remoto de la institución se halla en el reinado de Alfonso X de Castilla, quien comenzó una larga reforma judicial a partir de su obra jurídica que se prolongó en el tiempo durante la Baja Edad Media y el reinado de la Casa de Trastámara, hasta llegar a su punto máximo durante el reinado de los Reyes Católicos.
Hasta el siglo XI la justicia se entendía como algo que correspondía a los particulares, pero, a partir de entonces, la justicia aparece como una de las tareas principales del Rey, quien debía mantener la paz y sosiego del reino. En un primer momento será el rey personalmente el que administre la justicia, pero pronto se ve en la necesidad de delegar estas funciones. De este modo se crea en 1274, en las Cortes de Zamora, el Tribunal de la Corte. Se trata del primer ordenamiento de un tribunal de justicia en Castilla, tribunal que entendería de los casos que tradicionalmente eran competencia del Rey.
Posteriormente, en 1371, en las Cortes de Toro, Enrique II crea la Audiencia, que pronto se unirá a la Chancillería, con lo cual este organismo tendrá una duplicidad de funciones. Por un lado administra justicia y, por otro, custodia el sello real de plomo y sella los documentos que para su validación precisan de él.

En un primer momento el tribunal careció de sede fija, siendo itinerante dependiendo de los movimientos del rey y el establecimiento de la Corte. Por ello la audiencia era establecida en el mismo lugar en el que residía el chanciller, empleado encargado en el sellado de los documentos reales, comenzando por ello a ser denominada Chancillería a partir de 1390, comprendiendo ambos sentidos de la palabra: tanto tribunal de justicia como conjunto de personas que disponen del sello y registro real para la expedición y validación de documentos.
Durante los reinados posteriores se comenzó a consolidar y establecer las competencias del nuevo tribunal, como ocurrió tras las Cortes de Valladolid de 1385, en las que Juan I de Castilla instituyó el Consejo Real de Castilla como el tribunal superior de la Corona, limitando las funciones de la real audiencia. En las posteriores Cortes de Briviesca de 1387 y las de Segovia de 1390, quedó configurada la audiencia como la máxima instancia judicial, salvo en los casos de recurso de segunda suplicación, que debería atenderlos el Consejo.


Los Reyes Católicos
1469-1516
En sus comienzos la Audiencia y Chancillería será itinerante y seguirá a la Corte. Después se intentará que resida en un lugar permanentemente pero no será hasta 1442 cuando fije su residencia definitiva en Valladolid, ciudad de la que no saldrá salvo en contadas ocasiones.
El 12 de noviembre de 1607, el rey Felipe III de España expidió una cédula en favor de Rodrigo Calderón, marqués de Siete Iglesias, con el nombramiento de primer archivero de pleitos fenecidos del tribunal, comenzando entonces la estructuración y organización de los fondos documentales del mismo. Además, el rey ordena la construcción de un edificio que albergue el archivo, concluido en 1682, pues el existente para tal fin, ubicado en el corral de la Chancillería, cerca de la puerta de San Pedro, fue derribado en 1551 con la intención de levantar uno nuevo, que no llegó a edificarse.

Tras el paréntesis de la Constitución de 1812, la supresión definitiva de la Real Chancillería es fruto de la gran reforma de la Administración Central subsiguiente a la muerte de Fernando VII y al establecimiento definitivo de Liberalismo. La separación de poderes y la racionalización de las instituciones que preconiza esta doctrina política se traduce en el campo de la administración de Justicia en la creación de nuevos tribunales a los que compete en exclusiva la función judicial (Tribunales supremos de España e Indias, de Guerra y Marina y de Hacienda) y en la supresión definitiva de las Chancillerías de Valladolid y Granada mediante decreto de 26 de enero de 1834, por el que se crean las Reales Audiencias (posteriormente Audiencias Territoriales). Las competencias de la Real Chancillería de Valladolid serán heredadas por la Audiencia Territorial de Valladolid, con jurisdicción en las provincias de Valladolid, Palencia, León, Zamora, Salamanca.
Funcionó pues como archivo administrativo del tribunal de la Chancillería hasta 1834, cuando la institución desaparece como consecuencia de la implantación definitiva del Liberalismo, momento en que se reforma la administración de justicia y se crean las Audiencias Territoriales. Tras setenta años de abandono, el archivo es entregado en 1906 al Cuerpo Facultativo de Archiveros, comenzando una nueva etapa en la que deja a un lado su carácter administrativo para convertirse en un archivo histórico al servicio de los ciudadanos. Tras una remodelación del archivo llevada a cabo en los años 1960, y considerando el edificio carente de seguridad, se construyó el actual entre 1969 y 1972, inspirado en el original del siglo XVI.

Se trata de tres edificios formando un conjunto alineado, el Palacio de los Vivero, la Chancillería y la Cárcel de la Chancillería.
Fueron edificadas a mediados del siglo XV por don Alonso Pérez de Vivero, vizconde de Altamira. Los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, reyes separadamente de Castilla y de Aragón, se casaron en el Palacio de los Vivero de Valladolid el 19 de octubre de 1469, ella con 18 años y él con 17, pasando su luna de miel en el Castillo de Fuensaldaña. El reinado de los Reyes Católicos significó el tránsito del mundo medieval al mundo moderno en España. Con su enlace se consiguió la unión, en la dinastía de los Trastámara, de las Coronas de Castilla y de Aragón. Apoyados por las ciudades y la pequeña nobleza, establecieron una monarquía fuerte frente a las apetencias de poder de eclesiásticos y nobles. Emprendieron la política de sometimiento de la nobleza, y entre otras medidas ordenaron si no el desmantelamiento, por lo menos la disminución de la capacidad defensiva de las moradas.

El 22 de abril de 1475 los monarcas ordenaban derribar barreras, torres, almenas, garitas, de esta casa, de suerte que no quedaran en la misma “fuerzas, ni señal alguna de fortaleza”. Los Reyes Católicos no vacilaron en demoler los elementos defensivos de la casa, pues en aquel mismo año se habían alojado en ella y se percataron del riesgo de conservarla en dicho estado. Ante el crecimiento que iba experimentando la Real Chancillería, los Reyes Católicos proyectaron alojarla dignamente. A tal efecto don Alfonso Pérez de Vivero vendió su palacio a la Corona y ésta lo entregó a la Chancillería. Los Vizcondes de Altamira se construyeron otro palacio, en la Corredera de San Pablo. .
A los lados de la puerta figuraban los pilares con leones, portando escudos. Sobre la puerta se hallaba la inscripción conmemorativa de la fundación, coronada por el escudo de la monarquía. Disponía la casa de un remate en forma de espadaña, con su campanario. Había otra puerta “por donde se manda el Presidente, que da a la sala del crimen”. Como la principal, tenía también dos postes con leones, y cadenas, en señal de jurisdicción. El cuerpo del enlucido de la fachada es de sólida cantería, mientras que el alto es de ladrillo.

En 1562, Felipe II ordena la construcción junto a este palacio de un edificio que contuviera el archivo del Supremo Tribunal. Un edificio sencillo con columnas dóricas en torno a un patio central. Adosado a este último dependencia inexcusable en la Chancillería era la cárcel, que hubo de hacerse contigua para evitar el traslado de los presos para su asistencia a los juicios. Tuvo que edificarse con el aseo que corresponde al alto tribunal, pero también con las condiciones de capacidad y seguridad necesarias.
Se fabricó en piedra de sillería, y con muros muy robustos, asegurándose los huecos con rejas y barrotes de hierro.
El edificio comienza a levantarse en 1675, su fachada presenta una falta absoluta de decoración pese a haberse terminado a finales del siglo XVII.

Es un oficio de planta cuadrada, provisto de patio central, de pilares cuadrados. Es exterior tiene aspecto palaciego, ordenándose con rigurosa simetría. A los lados van dos torres, enrasadas con la alineación de la fachada. La puerta aparece envuelta en baquetón, de marco quebrado. Sobresale una peineta, en que figura el escudo real, en el que han sido borradas las armas. Con la inauguración de la nueva cárcel en 1935 el edificio cayó, en desuso, pasando a ser conocido como "Cárcel Vieja". Desde 1988 alberga la Biblioteca Universitaria Reina Sofía y la Casa del Estudiante, propiedad de la Universidad de Valladolid.

José Bonaparte
1808-1813
En frente de la Real Chancilleria, en una esquina de la calle San Pedro, nos encontraremos con un edificio de ladrillo. Es el colegio Macías Picavea. La contemplación de este edificio no tiene más importancia que la que se le pueda conceder si se conoce lo que hubo en este mismo lugar en el siglo XV. Aquí estuvieron las casas de Pedro González de León y de doña María Fernández Coronel, en las que se estableció desde 1559 a 1809 la tercera de las cárceles que la inquisición tuvo en Valladolid. En una de sus celdas estuvo preso el escritor y poeta de Salamanca fray Luis de León. Otros ilustres encarcelados fueron el arzobispo Carranza y el sabio Francisco Sánchez "El Brocense". Las casas se destruyeron en 1809 por un incendio que se produjo en la noche del día 7 de diciembre, cuando eran utilizadas como cuartel de las tropas napoleónicas.
Tras dos siglos y medio de pervivencia, las casas de la Inquisición perecieron el año 1809 a causa de un incendio. “Durante tres días en la etapa francesa sin que se llegasen a descubrir los verdaderos responsables del incendio. Este incendio ocurrió al amanecer del 7 de diciembre de 1809 cuando servía de cuartel de soldados alemanes y franceses, y como estaba dada la orden de no tocar las campanas de noche se omitió tocar a fuego hasta el día siguiente a las nueve, tiempo en que ya estaba apoderado. Duró el fuego cuatro días y sólo la fachada y habitación de ésta se pudo conservar”.

Trabajos en curso:
Las ejecutorias fechadas entre agosto de 1595 y septiembre de 1598 se encuentran ya descritas, pero en proceso de digitalización para su carga y difusión en PARES. De este modo los ciudadanos podrán acceder a nuevas imágenes de las ejecutorias producidas en este intervalo de tres años.
Quedan también pendientes de digitalizar y difundir sus descripciones en PARES, las ejecutorias fechadas entre agosto de 1575 y junio de 1579, así como entre octubre de 1598 y diciembre de 1599. Estos trabajos se acometerán a lo largo de 2011.

Varias referencias a San Esteban del Molar, sobre los Pleitos Civiles y Criminales, de Hidalguía y Reales Ejecutorias, de la Real Chancilleria de Valladolid, período que va del final de la Edad Media a los inicios de la Edad Contemporánea, la documentación representa los estamentos sociales y las instituciones civiles y religiosas, públicas y privadas, destacando especialmente aquellos sectores de la sociedad que no suelen dejar testimonio escrito de su existencia.
Las referencias de acceso libre:



Casa de Austria
Carlos I de España
1516-1700
Felipe II
1580
Primer Monarca Borbón
Felipe V
1700
Todas las armas dinásticas
a partir de Carlos III.
1760


Emisión de 29 de Noviembre de 1957. Presenta en su anverso el retrato de los Reyes Católicos, según pintura de Juan Antonio Morales y en el reverso aparece la reja de la capilla de los Reyes Católicos en la Catedral de Granada. El papel es de la casa de Burgos de la Casa Nacional de Moneda y Timbre y lleva como marca al agua las cabezas de los Reyes Católicos. En circulación a partir del 19 de diciembre de 1958. La retirada oficial de la circulación se anunció el 10 de mayo de 1978.


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