La moto de Ruperto

Otros sonidos. «La moto de Ruperto»

Bajaba por la calle del Barrero con su Lambretta dando arrítmicos acelerones a la vez que entonaba el pasodoble "Romance de valentía" de Concha Piquer, saludaba a todos los que encontraba a su paso soltando un brazo del manillar de la moto.

Para aquella época, acostumbrados a la paz silenciosa del pueblo, aquello era un ruido perturbador. La moto del pescadero era el despertador de la madrugada.

Vestidas de negro o de discretos colores, con el pañuelo a la cabeza, tapando parte de sus rostros curtidos por el calor de la lumbre de paja y el frío de las heladas de aquellos crudos inviernos, las mujeres con el plato blanco de porcelana bajo el brazo formaban un apiñado corro alrededor de Ruperto que vestido con su mandil verde a rayas negras anunciaba la mercancía a grandes voces
- ¡Vivitas, vivitas!
- ¡Hoy las traigo vivitas y coleando!
- ¡A tres pesetas el kilo!

Hablaba con fluidez, elevando tono y cantaba a intervalos trozos de su canción preferida
- y como no tengo mareee laa Macarena me ampareee siii me cuelgan de un pitooon...

Sobre el asiento trasero de su moto, una caja de sardinas cubierta con grandes trozos de hielo. Ruperto se frotaba las manos y las acercaba a la boca dándoles su aliento para combatir el frío
- ¡Que se acaban, que se acaban!, las amas de casa esperaban impacientes su turno cruzadas de brazos con una mano bajo la axila y la toquilla.

Cuando Picalías terminaba el pregón ya se había agotado la mercancía, pero esto de los pregones merece un tratamiento aparte por la gracia y singularidad del pregonero.

Claudio Villafáfila
Dedicado a mi amigo Marcelo que me sugirió los datos y la memoria.

Romance de Valentía

Era mu poco en la vía,
tan poco, que nada era.
Por no tener no tenía
ni mare que lo quisiera.
Era un triste afisionao
que buscaba en la ocasión
de dejar en un cerrao
frente a un toro el corazón.
Romance de valentía,
escrito con luna blanca
y gracia de Andalucía
en campo de Salamanca.

Embiste, toro bonito,
embiste por cariá.
Morir se me importa un pito
pues nadie me iba a llorá.
Aquí no hay plaza ni nombre
ni traje tabaco y oro,
aquí hay un niño muy hombre
que está delante de un toro.
En matarme no repares,
te concedo hasta el perdón,
y como no tengo mare,
la Macarena me ampare
si me cuelgas de un pitón.

Todas las noches saltaba
sin miedo la talanquera
y a cara y cruz se jugaba
al toro la vía entera.
Quizá fuera colorao
el buré que lo embistió
y mordiendo su costao
malherido lo dejó.
Romance de valentía
teñido con luna blanca
y sangre de Andalucía
en campo de Salamanca.

¡Adios, plaza de Sevilla,
ya nunca me habrás de ve
pisar tu arena amarilla
con tanto que lo soñé!
¡Adios, capote de sea,
que fuiste mi compañero,
morir en esta pelea
es cosa de buen torero!
Ya vestío de alamares
no ha de verme la afición,
y como no tengo mare,
la Macarena me ampare
y me dé su bendición.
(Recitado)
Allí quedó entre la fiera,
ninguno lo vio caé,
nadie rezó tan siquiera
ni un padrenuestro por é.
(Cantado)
Por él ninguna serrana
lloró de luto vestía.
Por él ninguna campana
dobló amaneciendo el día.
Pero, en cambio, entre asusenas
y entre velas enrisás,
en San Gil la Macarena
sí que lloraba de pena
por la muerte del chavá.

Rafael de León
(1908-1982)

Rafael de León y Arias de Saavedra, nació un jueves 6 de febrero del bisiesto 1908 en Sevilla, en la misma calle en donde casi 34 años antes nació el conocido poeta Manuel Machado. Era el primogénito de la pareja formada por José León y Mangón y de María Justa Arias de Saavedra y Pérez de Vargas, condes de Gómara. A los pocos días de su nacimiento fue bautizado en la iglesia de la Magdalena, le fueron impuestos los nombres de Rafael María, José, Jerónimo, Doroteo, Alberto, Melchor.

En el año 1916 ingresa Rafael de León en el internado jesuita "San Luis Gonzaga" del puerto de Santa María (Cádiz), pueblo natal de Rafael Alberti, con el que, coincide en dicho colegio, años antes había pasado por allí otro poeta andaluz, Juan Ramón Jiménez.

Años más tarde, estudiaría en colegios privados de órdenes religiosas en las localidades del Palo de Málaga y de Utrera (Sevilla). En 1926 inicia la carrera de Derecho en la universidad de Granada. Donde conoció a Federico García Lorca, con quien entabla una buena amistad.

En el año 1931 con la caída de la monarquía, se instala en España la II República, y el joven Rafael la recibe con agrado, a pesar de su linaje vinculado a la monarquía. Lo que plasma en su obra poética, esa distancia crítica con la que observa el mundo de la nobleza.

Rafael no trabajo en nada relacionado con sus estudios universitarios, se dedico a vivir de las rentas paternas, frecuentaba los cafés de cantantes y teatros de variedades de Sevilla. Fue en estos haciendo amistades, participando del ambiente liberal y permisivo que concedía el nuevo régimen republicano. En estos ambientes conoció y colaboró con el letrista Antonio García Padilla, alias "Kola" padre de Carmen Sevilla, de aquella relación surgen algunas canciones conocidas. "Kola", no llegaba como letrista a la calidad de Rafael, a pesar de ello colabora en la firma de canciones, lo que le abré las puertas, a ese mundo hostil para un aristócrata, de la creación en cabarets y salas de moda. Del mismo modo, mas tarde colabora con el autor teatral Antonio Quintero; y con los letristas Xandro Valerio y José Antonio Ochaíta, los cuales cofirmaron muchas letras de canciones y algunas poesías con Rafael de León. De distinta manera colabora y firma canciones, con Salvador Valverde, un poeta de calidad nacido en Buenos Aires en 1895.

Por aquel entonces, durante el servicio militar en Sevilla, conoció a Concha Piquer cuando actuaba en el Teatro Lope de Vega. Esta pone voz a muchas de sus creaciones de letras para la canción.

En el año 1932, Rafael se traslada a Madrid bajo la influencia del gran músico sevillano Manuel Quiroga, que junto con el autor teatral Antonio Quintero, formarían el prolífico trío "Quintero, León y Quiroga" con el que tienen registradas más de cinco mil canciones.

Al producirse la guerra civil española, Rafael de León se encontraba en Barcelona; allí es encarcelado, como tantos otros del mundo de la farándula, toreros, cantantes, etc... acusado de monárquico o derechista. En la cárcel hace valer su condición de neutral y simpatizante de la causa republicana, declara tener una buena amistad con destacados poetas republicanos como León Felipe; Federico García Lorca y Antonio Machado.

En la posguerra alimentado por los típicos aires de aquella dictadura, de nacionalismo a ultranza y bloqueo internacional, se prestan a la creación de un género muy influenciado por el andaluz y que dio en llamarse "folklore español". El régimen dictatorial acogió con agrado este género que ensalzaba con arte y exageración todo lo español.

En aquella época triste y gris para la mayoría de los españoles, nuestro poeta-letrista empieza a colaborar con los guiones de una cinematografía ramplona e impregnada de un excesivo realce del patriotismo que tanto gustaba a la España oficial. Bajo la influencia del concepto "hispanidad" se abrieron las fronteras españolas a las músicas que venían de América. Así llegan los boleros, los tangos, los valses peruanos, los sones cubanos y las rancheras y corridos mexicanos, que enganchan a los españoles por tratarse de una cultura común. Así también llegan las músicas de la cultura anglo-americana.

A partir de la década de los sesenta, cae la barrera del aislamiento cultural, muchos jóvenes anti-franquistas y la progresía izquierdista, en actitud militante comienzan a despreciar toda la música española e hispanoamericana y con ella la copla y la canción andaluza que había representado el trío "Quintero, León y Quiroga".

Vienen unos años bajos para la obra de Rafael de León, el cual muere en Madrid [9-12-82] en el más cruel olvido, sin tan siquiera haberse llevado en vida un merecido homenaje de cariño y agradecimiento a toda su importante obra poética.


1 comentario :

Gavilan del Molar dijo...

No importa cual fuera su condición sexual, su pensamiento político o su noble cuna, todo aquello que hizo que no fuera bien visto en su tiempo ni por la izquierda ni por la derecha de este país. Mi total admiración a ese gran poeta, autor de las mayorías y mejores letras de nuestra copla española. Quizá no sea el más leído, pero si el mas escuchado. Debería integrar el registro de la "Generación del 27" de poetas españoles.
7 de agosto de 2010 14:44

Anónimo dijo...
Rafael de León pertenece por derecho a la "Generación de 27" de los poetas españoles, aunque el incomprensible olvido ha hecho que nunca figure en este registro. De ningún poeta español de ese siglo, han sido tan recitadas sus poesías y cantadas las letras de sus canciones, pero sigue siendo el gran ausente dentro de la cultura popular española de la posguerra.

La obra queda dividida en poesías propiamente dichas, y letras de canciones. Inspirada en ambientes andaluces, refleja el gracejo andaluz. Su primer libro de poesías "Pena y alegría del amor" se publica en 1941, en 1943 "Jardín de papel", "Profecía" y "Romance de la Serrana Loca".
El estilo de estrofa mas empleado es el de romance octosílabo; en otras se pueden encontrar seguidillas, solea, copla, romancillo, redondilla y mas raramente el soneto y la lira. Tiene algunas poesías con versos alejandrinos y rima blanca, en general es una rima de alta sonoridad, incluso en muchos de sus romances introduce la rima consonante.

Siempre y en toda su obra, cuida con gran pulcritud la perfección de la medida la rima de todos sus versos.
7 de agosto de 2010 17:17

Anónimo dijo...

Claudio:
Me alegra encontrarte en esta página además de bailando en la fiesta de nuestra promoción, recordarte tambien que Ruperto Perez el pescadero era de mi pueblo y vecino mío, un buen tipo pero muy voceón.Me gustó mucho tu post.Volveremos a encontrarnos.Saludos.

9 de agosto de 2010 04:53

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