«Todos los caminos llevan a Roma».

Los caminos entre Ocelo Duri y Brigeco.

Castilla y León estaba surcada por un gran número de rutas romanas, muchas se desconocen, nuevos hallazgos, permite identificar estas rutas, localizar nuevos corredores y otros que aunque ya se conocían, hasta la fecha no se habían estudiado, nuevos sondeos arqueológicos y estudios, financiados por la Junta de Castilla y León, desmonta completamente la Historia hasta ahora conocida y plantean nuevos interrogantes.
La ciudad de Zamora ha sido convertida sin ningún fundamento en una de las urbes romanas más importante del Duero, no es Ocelo Duri. Villalazán es Ocelo Duri, como Tiedra es Albocela, Montealegre es Amallobriga. Ninguna calzada llamada "Vía la Plata" ha existido nunca al norte de Salamanca. El camino que hoy se presenta como "Vía de la Plata" al norte de Salamanca, ni es romano, ni tiene valor histórico. Hoy sabemos que Brigeco estuvo en la Dehesa de Morales de Fuentes de Ropel y cuenta con un yacimiento de mayor importancia de lo que en principio se pensó.

Los escritos de Siculus Flacus, Surveyor Roman "mensor" del siglo I, nos las clasifica como:
Las viae publicae, de 6 a 12m de ancho, son las principales vías del Imperio, las principales arterias de la red de rutas que unirían las ciudades más importantes. También son llamadas viae praetoriae "vías pretorianas", viae militaris "vías militares" o viae consulares "vías consulares". Era el Estado quien podía hacerse cargo de la financiación de su construcción, pero se requería una contribución de las ciudades y de los propietarios de las zonas atravesadas por estas vías que debían garantizar su mantenimiento. Siendo la mayoría estratégicas de origen militar, el adjetivo militaris terminó extendiéndose a todas las grandes calzadas de interés público.
Las viae vicinales de 4m. de ancho, serian la mayoría, partían de las vías públicas y permitían unir entre ellas varias vici “poblados”, en la misma región.
Las viae privatae de 2,5 a 4m. de ancho, unían las principales propiedades, las villae, con las viae vicinales et publicae. Eran privadas, reservadas para uso exclusivo del propietario que la financiaba en su totalidad.

Caminos usados por Roma para la vertebración de su Imperio,utilizado por el ejército en la conquista de territorios, para extender la romanización, imprescindible para poder garantizar la exportación del cereal cultivado en los fundos de la campiña vaccea hacia Roma, para mantener las guarniciones cuando las lluvias otoñales convierten la comarca terracampina en un barrizal impenetrable, para autoabastecer de alimentos las áreas mineras del noroeste peninsular, en la cercana comarca del Bierzo donde escasea el terreno cultivable, y la mayoría de la población, estaba dedicada a tiempo completo a la extracción del oro y otros minerales.

Explotaciones que contribuían al desarrollo y creación del capitalismo romano, riqueza basada en la explotación del hombre, de grandes masas de esclavos, que, debido al intenso trabajo, perdían pronto su vida. Después de la pacificación se explotaron las minas de oro con prisioneros de guerra y hasta avanzado el s.II, en que la mayoría de mineros ya serian hombres libres.

El Itinerario de Antonino, del siglo III, es la fuente escrita que mayor información aporta sobre la red viaria romana.
El llamado Itinerario Antonino, es el documento más importante sobre la red viaria hispana en época romana, una recopilación de rutas del Imperio que parece datar de tiempos de Diocleciano. Las irregularidades de las etapas y los bruscos cambios de dirección de muchos de los caminos propuestos han dado lugar a diversas teorías sobre la verdadera índole del documento. El estudio más convincente es el que realizó Denis van Berchem, según este investigador, la recopilación tendría por base una serie de edictos, conservados en los archivos imperiales, cuyo objeto sería unas veces preparar viajes de emperadores o altos funcionarios, pero más a menudo expediciones de tropas encargadas especialmente de recaudar el impuesto de la annona, que se percibía en especie. Las metas del Itinerario conducen a los campamentos legionarios, en el caso hispano al de la Legio VII Gemina (León). Un documento sobre la geografía de época romana, con descripción precisa de caminos y rutas que enumera una calzada determinada, con el punto de partida y el de llegada y el número total de millas; a lo que sigue la enumeración de las mansiones intermedias o comunidad de contribuyentes, con las distancias entre una y otra; además las mansiones estarían marcadas por la existencia de silos o graneros, hecho que confirma a menudo la arqueología.


Cimentación de la gran calzada de San Esteban,
con casi un metro de firme de arenisca.

De Hispania describe 34 vías, aunque omite vías importantes conocidas por los miliarios. Presenta una red viaria, con unas calzadas que cruzan todo el territorio de la Península Ibérica, uniendo los centros principales. Tres caminos que cruzan los Pirineos terminan en Legio VII Gemina; otros dos conducen a Asturica Augusta y a Cástulo, importantes centros mineros.
El Itinerario de Antonino recopila las grandes rutas de interés para el Imperio, e ignora los recorridos de carácter local o incluso provincial.

«El proceso de construcción de una calzada consistía en varias fases diferenciadas, que proporcionaba a estos caminos una extremada durabilidad que, en algunos casos, ha permitido que lleguen hasta nuestros días. El grupo de operarios principales estaba compuesto por el administrador de obras “curator operis”, el contratista “maceps”, el ingeniero “architectus”, los obreros especializados y los albañiles, en ocasiones colaboraban las legiones. Los trabajos comenzaban con el acondicionamiento del terreno, para ello, utilizaban un “groma” y un “chorobates”. El siguiente paso consistía en abrir dos surcos paralelos, separados a 12 metros, con un arado. Estas fosas permitían conocer las condiciones del subsuelo. Una vez preparado el fondo, se añadía una capa de arena de diez a 15 centímetros de espesor llamada "pavimentum" en la que se encajaban las piedras del "statumen" con un grosor que variaba dependiendo del estado del suelo. La aglomeración de las piedras se hacía con cal o arcilla. Después se colocaba una segunda capa denominada "rudus". Esta capa solía tener un grosor de 22 centímetros y estaba compuesta de guijarros, compactadas con mortero de cal. La tercera capa era la denominada "nucleus", que consistía en un hormigón de gravilla y cal apagada. La siguiente era la "summa crusta" o "summun dorsum", se sedimentaba sobre la anterior antes que fraguara y se construía con bloques de piedras poligonales de forma regular o irregular. El espesor total de la calzada era de 90 a 145 centímetros y su anchura rondaba los 11 metros. Además, está delimitada por los "crepedines", bordillos laterales. A su vez estaban jalonadas por el "gradus", pedestal para subir a caballo y por los miliarios, que marcaba cinco mil pasos romanos, una milla 1.468 metros.»

LA RUTA 26 DEL ITINERARIO ENTRE VICO AQVARIO Y BRIGECO.

El miliario o piedra miliar, del latín miliarium, es una columna cilíndrica, oval o paralelepípeda que se colocaba en el borde de las viae publicae y vicinales, en intervalos regulares, con el fin de ser localizados fácilmente.
Los primeros miliarios conocidos datan del período final de la República romana, pero la inmensa mayoría de los conservados fueron realizados bajo el Alto Imperio y, en menor medida, en los siglos III y IV. Son más bien signos colocados en las calzadas para indicar la distancia al siguiente paso. En cada miliar, varias inscripciones como, el nombre del emperador que ordenó la construcción o renovación de la vía, sus títulos, las distancias entre su ubicación y las ciudades próximas, los principales cruces de carreteras o las fronteras.

En la plaza del "Rollo" de San Esteban del Molar, se exhibe un gran cilindro de arenisca de tipología muy parecida al miliario aparecido en "El Priorato".
Esta pieza, pertenecería a la ruta 26 del Itinerario, cuenta con ficha en el Inventario Arqueológico, aunque no se la asigna ninguna adscripción cultural concreta. En la ficha se alude a otra piedra similar, en paradero desconocido, que estuvo localizada por un tiempo en el vertedero municipal. La piedra arenisca, único material pétreo empleado en la zona por los romanos para elaborar las calzadas, puentes, miliarios, etc., habrían jugado un papel importante en contra de su estado de conservación, muy superior en áreas donde la materia prima era más durable en el tiempo, granito, caliza, etc.. Los posibles miliarios que se conservan en esta Tierra de Campos, bastantes todavía suelen carecer de inscripción, y al haber sido reutilizados en los monumentos románicos y de épocas posteriores, habrían sido tomados habitualmente hasta ahora por elementos constructivos de origen medieval.
Las cuarcitas que afloran en el sector oriental del macizo herciniano que ocupa el occidente de Zamora contiguo a la Tierra de Campos, así como en el Páramo Leonés, no aptas para ser labradas, debido a su extrema dureza, no fueron apenas empleadas por los romanos para edificar sus monumentos, por lo que habría sido habitual recurrir a importar desde estas zonas arenisca procedente de la cuenca sedimentaria del Duero cuando se necesito de piedra trabajable para puentes u otras construcciones.

En Molacillos, se han encontrado restos de asentamientos rurales, con cerámicas de escaso valor y que se corresponden con la antigua villa romana, Vico Acuario.
Las grandes cisternas que dominan el Teso de la Mora, en la localidad de Molacillos, sirvieron para abastecer una pequeña guarnición del ejército romano. La inestabilidad social en el recorrido de la vía XXVI, que unía las ciudades de Ocelo Duri y Brigesco, hizo que el ejército romano estableciera en ese territorio intermedio una pequeña guarnición, que protegía la vía romana en un momento en el que el territorio no era muy seguro, con ello se garantizaba el suministro de agua tanto para la guarnición como para las caravanas que traían el oro en dirección a Roma. En torno a la cual hubo un reducido asentamiento de población civil.
La primera ocupación del Teso se remonta a la Primera Edad del Hierro, y la construcción de las cisternas coincidiría con el final de las Guerras Cántabras, dejando de estar ocupado el lugar a partir del siglo I.


Los muros de carga con cimentaciones del propio material pétreo, en construcciones de adobe. Las fábricas se constituyen en dos hojas tomadas con mortero de barro, al que con cierta frecuencia se añadía cal, sobre las que se sustentan los forjados constituidos por viguería de madera. Piezas sin tallar, en forma de cantos rodados irregulares que encontramos en todo el pueblo, como asiento de lizares, en cimentación de las primeras aceras sobre las que se verterían capas de hormigón.

Se localizada en el "Teso de la Mora" una cantera de piedra arenisca que fue explotada por los romanos para extraer la piedra con que se cimentó una parte importante de las calzadas que atraviesan la Tierra de Campos Zamorana.
La existencia de la cantera ya fue advertida por D. Virgilio Sevillano cuando visitó las “cisternas” romanas situadas en lo más alto del "Teso de la Mora" en 1971. El acueducto habría sido proyectado para asegurar el suministro de agua potable a los trabajadores de la cantera y animales de carga que tiraron de los carros con los que se transportaría la piedra, así como para cubrir las necesidades del destacamento militar que debió responsabilizarse del funcionamiento de la explotación. Estas mal llamadas “cisternas” son, en realidad, el decantador de un acueducto que tenía sus fuentes en Villalube. Un pequeño embalse, cuyos vestigios son todavía visibles, fue construido para regular el caudal del arroyo de las Fuenticas, que surtía el acueducto, en las inmediaciones donde siglos más tarde se edificaría la ermita del "Lenguar", hoy desaparecida, que aprovecharía el material de origen romano para su construcción.
Cita, Pascual Madoz:
«En los términos de Castrogonzalo, San Esteban del Molar y Fuentes del Ropel, se hallan ya explotadas varias canteras de piedra; las de este último pueblo son muchas, do buen grano y abundantes, encontrándose una llamada de San Francisco por haber surtido casi toda la piedra necesaria para la construcción del convento de este nombre de Benavente, también de otras se sacó en estos últimos años la piedra con que se edificó el hermoso puente de Cerecinos de los barrios, hoy de Campos; y últimamente so ha invertido mucha en la gran calzada hecha desde el puente de Castrogonzalo, hasta la expresada villa de Benavente».
Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España

Topónimos relacionados con las calzadas, el calificativo “del Molar”, que apostilla los nombres de las localidades terracampinas de San Esteban del Molar y Quintanilla del Molar pudieran obedecer a una alusión a los “molares” o canteras de piedra arenisca en que devinieron las dos grandes calzadas, correspondientes a las rutas 26 y 27 del Itinerario, aledañas respectivamente a cada una de los dos pueblos, una vez se desmoronó su cimentación por el uso continuado y la falta de mantenimiento de su superficie de rodadura. La piedra es un elemento tan extraño en el interminable "mar de barro" que conforma Tierra de Campos, y singulariza con su sola presencia un determinado paraje.

La toponimia contenida en la documentación medieval presenta la desventaja de su difícil localización; sin embargo, puede aportar pistas interesantes, como es el caso de la cita extraída de la publicación “El Real Monasterio de San Martín de Castañeda”, que da fe de la existencia de una gran calzada procedente de Zamora que discurría muy próxima al Valderaduey:
«Sancti Martini de Castannaria et uobis domno Petro venerabili eiusdem monasterii abbati totique sanxtissime conventui monasteril partem quandam hereditatis quam uocitant Uilla Ofilo sieut diuidit riuus Aradoi et dimittit ipsam hereditatem partem de Uilla Ferrocent et lungitur uie Zemorensi et uadit ner terminos de Carragosa usque dum uadit Uilla Ferrocent».
«...una parte de la heredad que llaman Villa Ofilo, como la divide el río Aradoi y queda dicha heredad en la parte de Villa Ferrocent y llega hasta la vía Zemorense y sigue por los términos de Carragosa hasta llegar a la villa Ferrozent».

FERNÁNDEZ DE PRADA. M., 1998.

De la toponimia de origen mozárabe relacionada con las calzadas, los vocablos derivados de la voz árabe "sikka", cuya acepción para denominar caminos carreteros fue puesta de relieve por la arabista M. J. Rubiera Mata.
«El vocablo árabe sikka tiene una interesante evolución semántica. Su sentido originario parece ser el de "instrumento de hierro", por lo que sirvió para designar diversos utensilios de este metal con interesantes derivados por metonimia:
- Reja del arado y, por metonimia, la extensión de terreno que puede labrar un solo arado, lo mismo que el español yugada.
- Punzón para grabar las monedas y, de nuevo por metonimia, moneda. Como, de Dar as-Sikka «casa de la moneda» procede el arabismo español ceca y cequí «cierta moneda».
- Garfio, Ancla. Ambas acepciones parecen ser del árabe andalusí, estándo registradas por Pedro de Alcalá.
- Vía, camino. Aparentemente este significado no parece tener relación con un instrumento de hierro, pero puede haber nacido a partir de las huellas dejadas por las llantas metálicas de los carruajes «el hierro se usó para este fin desde la antigüedad» y esta evolución es semejante al castellano vía, una de cuyas acepciones es «espacio que hay entre los carriles que señalan las ruedas de los carruajes», según el Diccionario de la Real Academia. En este sentido el árabe sikka y el castellano vía han pasado a designar las vías del tren: sikka hadïdiyya…


Piedra de cimentación de la calzada empleada en lizares. Se reutilizan los materiales costructivos de las vias, en todos los tiempos y en un entorno desprovisto de piedra lo que causó la desaparición de la vía como tal.

Apartir de vía, sikka toma también la acepción de estación o lugar donde se para en un viaje, sentido que Dozy registra en al-Bakrï y que también se encuentra en al-Udrï, es decir que era un sentido usado en al-Andalus. Esta acepción de «estación o parada en el camino» nos interesa especialmente porque es la que ha producido seguramente los topónimos andalusíes as-sikka como nombre propio y probablemente con el sentido de lugar de jornada en el camino o estación: Balis (Vélez Rubio),conocida por as-Sikka en Ibn al-Abbär, lugar aún hoy en día importante como etapa entre Murcia y Granada; as-Sikka en los documentos mozárabes de Toledo que corresponde al actual Aceca, situada en un vado del río Tajo, y as-Sikka o Sikkat Umar, a una jornada de Alcalá, lugar de etapa de Alfonso I el Batallador en su campaña «mozárabe» y que J. Vallvé identifica con la actual Acequia Alta. En castellano la evolución normal de Sikka/as-Sikka, es Ceca/Aceca como demuestran los arabismos ya mencionados. Sin embargo es posible encontrar topónimos Seca que corresponden a este étimo y que se encuentran en zona lingüística del catalán, del euskera o del dialecto andaluz, es decir en zonas de seseo del castellano. C. Barceló da la etimología de Sikka a dos topónimos Seca situados en Sagunto y Burriana. J. Vallvé considera que as-Sikka que aparece en al-Quartayannï, puede corresponder al Rincón de Seca en Murcia, lo que es coherente con el seseo murciano de algunos topónimos bajo la influencia de los conquistadores catalanes.
Si algunos Seca de la toponimia hispánica pueden corresponder al étimo Sikka árabe y no al sicca latino, la posibilidad que algunas Villa Seca o Vila Seca de nuestra geografía puedan atender a esta etimología, dado en primer lugar que no es extraño encontrar topónimos híbridos formados por el Villa Vila románico y un nombre árabe, y en segundo, que estos lugares se encuentren en importantes caminos históricos».

En gran parte del territorio zamorano las referencias toponímicas al vocablo "calzada" son casi inexistentes, la entrada en juego de las variaciones toponímicas derivadas del vocablo "sikka", implantadas en la zona por la población mozárabe andalusí inmigrante desplazada masivamente entre los siglos IX y XI, o a través de la propia población local arabizada. Puede comprobarse en denominaciones de localidades actuales como Matilla La Seca, Casaseca de las Chanas o Casaseca de Campeán, constituyen en claros indicios del paso de vías romanas.

De hecho, el Inventario Arqueológico recoge una referencia expresa a la Vía de la Plata en el término municipal de la localidad de Casaseca de Campeán, asignando a dicha vía un vestigio de calzada que en realidad pertenece a una vía que enlazaba SIBARIAM (San Cristóbal del Monte-Topas) con las calzadas que comunicaban OCELO DVRI (Madridanos-Villalazán) con los asentamientos de época romana existentes en la comarca de Sayago y con los castros alistanos de Santiago en Villalcampo y de San Esteban en Muelas del Pan.

Por otra parte, la localidad de Matilla La Seca está ubicada, en plena traza del tramo de vía compartido por las rutas 24 y 26 del Itinerario entre OCELO DVRI (Madridanos-Villalazán) y ALBOCELA (Tiedra)..

Tan interesantes o más que los topónimos todavía vigentes derivados de "sikka" resultaron ser algunos topónimos ya desaparecidos procedentes de dicho étimo. En concreto, las referencias a lo que pudieran ser dos antiguos enclaves medievales situados en el entorno inmediato de la traza por la que discurriría el tramo de vía de la ruta 26 comprendido entre VICO AQVARIO y BRIGECO.

Las referencias que aluden a, "Villanueva La Seca" apuntan al despoblado situado en las inmediaciones del casco urbano de San Esteban del Molar, en un paraje perfectamente localizado en la ficha del Inventario Arqueológico conocido como el yacimiento "El Torrejón", situado a la vera de la que fuera una de las principales vías pecuarias zamoranas, la "Cañada de Madrid". En la ficha del Inventario se puede leer lo siguiente en relación con este yacimiento:
«Sobre este sitio, existe en el pueblo una fuerte tradición oral, según la cual todos los restos que actualmente afloran durante las labores de las tierra, tejas, cacharros, silos y tumbas, provienen de un antiguo pueblo abandonado llamado Villanueva la Seca. Con este mismo nombre aparece citado como despoblado por Madoz (1845-1850)».


Utilizada como en sistemas de estabilización y contención de tierras para evitar el deslizamiento de estas.

Está confirmado que "Villanueva La Seca" disponía todavía de población a principios del siglo XVI, a mediados del siglo XIV citamos:.
«Recibida la autorización papal, Fernán Rodríguez e Inés de la Cerda deciden, el 20 de septiembre de 1348, construir el monasterio en el mismo lugar de Villalobos, fuera de la villa, pero próximo a la puerta llamada del Burgo y cerca de la carrera por do van de la dicha puerta del Burgo para Sancta María de Villiella, do laman la Corredera... Deciden asimismo que la factura de sus muros, al ser ésa una zona carente de piedra, sea de tapial y su cubierta techada con madera de pino e de tabla de pino e de teya.
El plano del edificio a construir contaba, en principio, con iglesia comedor común, dormitorio, enfermería, claustro y demás dependencias necesarias para la vida de doce monjas y una abadesa, a quienes determinan proveer, para su mantenimiento, de diez viñas, cuyas superficies sumaban una extensión total de cien cuartas, repartidas por distintos pagos del término de Villalobos, y de cuarenta y cinco cargas de trigo anuales que ellos percibían en renta de otros tantos préstamos que poseían en las aldeas de San Esteban del Molar y de Villanueva la Seca».

La cita anterior, incluye otros datos relevantes, pues menciona una calzada cuyos restos pétreos son bien visibles por todo el entorno del casco urbano de Villalobos, dejando patente, la escasez de piedra de origen natural en la zona.

«El conde Pedro Fernández fue uno de los magnates más importantes del reinado de Alfonso V de León. Aparte de otras pocas posesiones en zonas del sur del actual León y Campos, concretamente en tierras hoy zamoranas recibía en 1014 el lugar de Abaeif en el Tera, territorio enclavado en el obispado de Astorga, y en 1017, el mismo año en que entregaba a su esposa doña Sancha el lugar de «Azefe», en el Tera, era beneficiario de la concesión por el monarca de Castrogonzalo, Uilla Secca y un barrio de Fuentesde Ropel» MONSALVO ANTÓN, J. M.,.

«En 1038, las villas citadas pasaron al monasterio de San Antolín al fallecer Elvira, hija del conde». GONZÁLEZ RODRÍGUEZ, R.: "La Mota de Castrogonzalo. Una fortificación terrera en el alfoz medieval de Benavente".

De "Villaseca", no existen referencias posteriores a 1038, aunque es probable que "Villaseca" y Villanueva de la Seca corresponden a un mismo núcleo de población que cambio de nombre con el paso de los años. Parece ser, que está próximo a Castrogonzalo, que es atravesada por la vía que corresponde a la ruta 26 del Itinerario,

Lo importante, en cualquier caso, es que existió, una localidad cuyo nombre refrenda el paso de una calzada por el corredor por el que discurría la "Cañada de Madrid", que se identifica con el trazado de la vía nº 26 del Itinerario.

Las mansiones siempre ocupan ubicaciones dotadas de agua en abundancia, generalmente situadas a la vera de los cursos fluviales que atraviesan las rutas.
Parte de estas calzadas serían utilizadas para el traslado de la sal extraída en las salinas de Villafáfila hacia sus puntos de distribución.

La técnica de cimentación empleada en la construcción de las vías romanas que vertebraron la Tierra de Campos, y la escasez de piedra en la comarca, habría sido el factor que provocó la desaparición de muchas calzadas sin dejar apenas rastro, pues el material con el que estaban construidas se reutilizaría reiteradamente durante los siglos posteriores a la caída del Imperio Romano para cimentar casas, levantar muros o edificar iglesias, puentes y otras construcciones en las localidades situadas en las inmediaciones de las vías. En otros casos, la cimentación de las calzadas aún estaría cumpliendo su primitiva función, permaneciendo oculta a la vista, en carreteras y caminos en uso actualmente, la mayor parte de los cuales exhiben una superficie de rodadura modernamente remozada.


La iglesia, los signos de un pasado, con la utilización de material pétreo de irregularidad en tamaños, textura, con antiguos sillares de arenisca aparejado con sillares de cuarcita, reforzado con ladrillo en una época mas reciente, utilizando este último como exclusivo en el atrio y campanario.

La mayoría de los pueblos en esta comarca, muchos de los cuales mantienen una denominación que comienza con la muy romana raíz "villa" - Villafáfila, Villarrín de Campos, Villamayor de Campos, Villardefallaves, Villalobos, Villalpando, etc. serían los herederos de los primigenios villas-fundos romanos, y sus actuales iglesias se habrían construido en numerosas ocasiones con los materiales procedentes de las partes nobles de los antiguos establecimientos de época imperial, en caso de no mantenerse intacta todavía la estructura original de las primitivas edificaciones. Por eso, es bastante inusual poder observar fábricas de mampostería de arenisca en las torres de los campanarios de las iglesias, o en las sacristías y otros añadidos relativamente modernos, que suelen, haber sido levantados con materiales de peor calidad, aunque también más accesibles en cualquier época, como es el caso del ladrillo.

Las grandes vías romanas se reconvertirían con el paso del tiempo en importantes vías pecuarias:
«Las cañadas de hoy fueron los caminos romanos, porque al circular por ellas hallaban pastos para sus bestias tanto de monte como de carga, y agua para todos. El mapa vial de dichas cañadas del Ministerio de Agricultura creemos que es de gran utilidad para los investigadores arqueológicos, debido a que hemos hallado muchos yacimientos romanos al lado de ellas y sin duda habrá muchos más». D. Virgilio Sevillano.

El ordenamiento territorial que los romanos establecieron en Tierra de Campos sigue prácticamente vigente en la actualidad, tal y como ellos lo concibieron.
El olvido, la ignorancia y la desidia ha sido la consecuencia de su destrucción con el paso de los años, las modernas parcelaciones y obras públicas han dañado de manera irreversible, y en la mayoría de los casos innecesariamente todos los antiguos caminos.

FUENTES ARTICULOS RELACIONADOS
Antigua y Medieval.-«...Lancia en el castro de Arrabalde».
Blog de José Luis Vicente González:
«La red viaria del occidente de la meseta septentrional
durante la Edad Antigua».

El Secreto de Tierra de Campos.- Download.pdf

El Voto de Villa

San Esteban del Molar,
renueva el tradicional Voto de la Villa
.

El diecisiete de Mayo es renovado cada año el tradicional Voto de la Villa durante la celebración de la Misa Solemne con motivo de la Festividad del Cristo, compartimos así un rito que revive cada año alimentado por la sincera gratitud y el hondo respeto de San Esteban del Molar hacia su Patrón, la gran devoción que las gentes de esta comarca, en la que identifica los valores que hacen de esta villa un espacio abierto y solidario, comprometido con el ámbito humano e histórico en el que se desenvuelve nuestra comunidad.

Afamado es el Santo Cristo de la Misericordia reverenciado en San Esteban del Molar. Notorio fue el milagro acaecido en 1876. Una intensa sequía amenazaba las cosechas y al sacar al Cristo en rogativa comenzó a llover copiosamente. Lo sorprendente fue que sólo lo hizo en el término local, no cayendo ninguna gota en los otros circundantes.








Entre el buen numero de prácticas auténticamente locales y esencialmente religiosas que ha adquirido la categoría tradicional de esta Villa, en fuerza de haberse repetido en el pasado, gracias a la voluntad y acción perseverantes de nuestros mayores, hallase la festividad, que anualmente el día diecisiete de Mayo, se celebra en esta localidad en honor y gracia del Santísimo Cristo de la Misericordia. El origen y razón de esta festividad, merecen la singular distinción de que sean oportunamente recordados por todos los hijos de este pueblo y transmitidas en toda su pureza de unas generaciones a otras, para que siéndoles bien conocidos, no pueda degenerar esta solemnidad –que debe ser de reflexivo fervor, natural gratitud y motivo de una inextinguible y bien fundada esperanza hacia la infinita Misericordia, en un día de fiesta más… vacía de explicación y de sentido histórico.
En merito de lo expuesto, el Cabildo Municipal que al presente rige los intereses públicos de este vecindario, bajo la férula gloriosa e imperial del Libertador de España, Generalísimo Franco, constituido aquel por los señores don Gregorio Costilla Labra. Alcalde; Concejales, Don Pedro Villafáfila Iglesias y Don Manuel Iglesias Villafáfila, y Secretario Don Julián del Caño Fermoso; reunido en concejo municipal en el día de hoy diecisiete de Mayo de mil novecientos cuarenta y uno, vigésimo aniversario del solemne y piadoso voto de villa, al que dicha festividad se contrae, viene en adoptar los acuerdos siguientes:

Primero. -En la fiesta que anualmente viene celebrándose en este Municipio el día diecisiete de Mayo, se hará que a la salida del Santo Sacrificio de la Misa, en el atrio del templo parroquial y en presencia de todas las autoridades locales y el pueblo reunido, se dé lectura por el Secretario de la Corporación Municipal, en voz alta e inteligible del acta del voto de villa, a continuación de ser leído el presente acuerdo.

Segundo. –Con el fin de tener prevenido al vecindario en cada año, se publicara un bando por la Alcaldía la víspera de la festividad, ordenando, bajo multa de diez pesetas, que a la terminación de la Santa Misa se vaya situando el personal en la planicie exterior del templo, para escuchar en actitud respetuosa y en silencio la lectura del acta del voto de villa.

Tercero. –En papel timbrado será extendido a continuación una de otra copia autorizada de esta acta y de la del voto de villa, y adaptado el documento dentro de un marco con su cristal, por el cual documento se practicará la lectura del voto de villa. Este cuadro previa licencia eclesiástica, quedará depositado en el templo parroquial, y colocado a los pies o junto a la Sagrada Imagen del bendito Cristo de la Misericordia, servirá de testimonio perenne de la devoción y gratitud del pueblo de San Esteban, hacia tan excelso Protector, a la par que será este mismo documento un claro indicio de que el actual Ayuntamiento busca en todo la exaltación del ideal católico, secular en España y quiere que bajo el árbol benéfico, portentoso y salvador de la Iglesia Católica se cobijen siempre las generaciones del pueblo de San Esteban, donde hallaran fortaleza de espíritu para los infortunios, luz de desengaño para los errores del siglo y garantía cierta para una venturosa inmortalidad. ¡Que el piadoso tributo del voto de villa que en cada año había de ofrendarle el pueblo de San Esteban. ¡Oh Santo Cristo de la Misericordia!, sea para Ti del todo acepto y por el que se desenclave tu mano atarazada para bendecir y colmar de bienes a tu pueblo, para sacar del error a los pobres equivocados que no entienden las doctrinas de tu religión, no quieren entenderlas o entendiéndolas no las practican conforme Tú mandas y deseas; y para que nos des a todos un puesto allá arriba, en las eternas y augustas moradas de tu Reino!.

Copia del Acta del Voto de Villa

«En San Esteban del Molar a diecisiete de Mayo de mil novecientos veintiuno, previa convocatoria y bajo la presidencia de Señor Alcalde don Ezequiel Martínez Hidalgo, se reunieron en sesión extraordinaria los señores Concejales del margen que son: Don Pascasio Prieto, Don Pio Carbajo, Don Manuel Iglesias Vega, Don Benito Prieto, Don Fermín Alonso, Don Manuel Centeno y Secretario Don Hilario Hernández; con el fin de acordad alguna forma de ser gratos, como católicos al Santísimo Cristo de la Misericordia de este pueblo. Abierto el acto, los reunidos, de entre los numerosos beneficios recibidos de tan divino protector, no pueden menos recordar el portentoso milagro que en el año 1876 obró, pues con benéficas aguas, en día de tan memorable de expresado año, logró devolver al campo su verdor y lozanía cuando se consideraba totalmente pérdida la cosecha. Como si esto no fuera bastante, ved que en el presente año nos hallábamos en la misma crítica situación que hacia inútiles los sudores vertidos por el labrador sobre la tierra, de donde espera los frutos de su trabajo, y que en estos momentos de desconsuelo nuevamente el Santísimo Cristo, tiende su mano protectora y nos envía tan copiosa como benéfica lluvia, lo que viene a patentizar casi la repetición del milagro anterior. Ante tanta caridad ejercida con nosotros debemos ser hijos agradecidos y procurar corresponder, aunque nunca lo haríamos como se merece, a los favores de tan cariñoso padre. A cuyo fin esta Corporación acuerda que en años sucesivos y sin interrupción, se consigne en su presupuesto una partida bastante a cubrir los gastos, que ocasionen todos los años, en el día diecisiete de Mayo, una misa cantada con sermón y vísperas en honor y gracia del Santísimo Cristo de la Misericordia, y que este acuerdo sea siempre respetado y llevado a la práctica por las Corporaciones que se sucedan».

Consta el primero de los acuerdos transcritos al folio cuarenta y dos del libro de actas corrientes, y el del voto de villa al folio cuarenta y ocho del libro de igual nombre comprensivo de los años 1918 al 1921, obrando ambos libros en el archivo municipal, de que certifico.

San Esteban del Molar, a XVII del mes de Mayo de MCMIXL.





Censo Histórico de Población desde 1842

Los censos del siglo XX
San Esteban del Molar, historia de los censos de población

La historia de los censos de población en España se inicia, a lo largo de los siglos XVI y XVII, con los Vecindarios.

El primer censo moderno de población, es decir, que utilizó a la persona como unidad de análisis, se realizó en 1768 por el Conde de Aranda bajo el reinado de Carlos III. Este censo registró 9.308.804 personas.

Posteriormente en 1787, el Conde de Floridablanca elaboró un censo con información acerca de la estructura de población por sexo, edad y estado civil, junto con una elemental clasificación económica para la totalidad de localidades españolas. La población contabilizada fue de 10.268.110.

Diez años más tarde, en tiempos de Carlos IV, el censo de población fue ejecutado por orden de Manuel Godoy, registrándose 10.541.221 personas.

Debido a la inestabilidad de la época posterior, sólo se realizaron una serie de recuentos de la población de escasa fiabilidad, conocidos como Censos de Policia.

Con la creación de la Comisión General de Estadísticas del Reino en 1857 y la elaboración del Censo del mismo año, comienza una serie de censos oficiales, entre los que destaca el de 1860. Después vinieron el de 1877, bajo el reinado de Alfonso XII, y los de 1887 y 1897.

Desde 1900 ha habido censo de población cada diez años sin excepción alguna, y es a partir de 1950 cuando se realizan conjuntamente los censos de población y los de viviendas.

San Esteban del molar, desde 1842, en que fue fechado el llamado Censo de la Matrícula Catastral que es el primer Censo que presenta el conjunto completo de municipios que cubren el territorio español. No quedando incluídos los municipios que fueron creados y desaparecieron dentro del mismo periodo intercensal.

Del municipio se presentan las alteraciones que han sufrido sus principales características a lo largo del tiempo y que vienen reflejadas en los Censos de Población considerados, para lo cual se han escogido tres cuantitativas y tres circunstanciales. Las cuantitativas son: Población de Hecho, Población de Derecho y Número de Hogares (Familias o Cédulas de inscripción).

San Esteban del Molar
Alteraciones del municipio en los Censos de Población desde 1842
Provincia: 49 Zamora; Municipio: 49188 San Esteban del Molar
Padrón Municipal Población
Transeúntes
Varones (Estado civil)
Mujeres (Estado civil)
de
Hecho
de
Derecho
Hogares
V
M
V
M
S.
C.
Viudos
Alfabetos
Viudas
C.
S.
1842
..
274
68
1857
550
..
117
280
270
36
12
172
97
11
138
93
17
1860
575
..
121
1877
541
536
130
1887
610
610
154
1897
686
683
168
1900
639
647
163
337
310
3
4
1910
628
641
144
329
312
7
5
1920
627
664
143
339
325
1930
549
561
144
291
270
13
13
1940
545
553
143
271
274
150
106
15
122
202
25
111
138
1950
573
590
154
293
297
1
1
1960
544
559
138
1970
389
426
116
1981
334
340
95
1986
276
140
136
Población de derecho por municipios y sexo desde 1986
1987
272
138
134
1988
267
137
130
1989
261
135
126
1990
255
133
122
1991
214
241
77
131
110
1992
238
131
107
1993
234
130
104
1994
223
125
98
1995
216
121
95
1996
196
109
87
1998
190
103
87
diseminados
1999
185
98
87
Total
V.
M.
Total
V.
M.
2000
183
101
82
158
88
70
25
13
12
2001
174
183
71
98
85
158
85
73
25
13
12
2002
168
180
95
85
154
85
72
26
13
13
2003
161
167
85
82
140
71
69
27
14
13
2004
159
168
86
82
141
72
69
27
14
13
2005
158
169
90
79
143
76
67
26
14
12
2006
155
169
95
74
143
81
62
26
14
12
2007
154
166
97
69
140
83
57
26
14
12
2008
149
160
91
69
135
77
58
25
14
11
2009
143
151
87
64
126
73
53
25
14
11
2010
144
151
87
64
126
73
53
25
14
11
2011
159
91
68
135
77
58
24
14
10
2012
155
65
90
65
131
76
55
24
14
10
2013
143
82
61
123
71
52
20
11
9
2014
137
76
61
117
65
52
20
11
9


Los símbolos "··" Falta de dato o inexistente.
Los símbolos "C y S" Dato Casados/as y Solteros/as.
Los símbolos "V y M" Dato Varones/Mujeres.
En el Censo de 2001, la población que aparece es la población residente, equivalente a la de derecho.
La línea de hogares recoge conceptos parecidos pero no idénticos en cada Censo.


Población de derecho / población de hecho

Se trata de una distinción jurídica-administrativa. La población de derecho es la empadronada en un determinado lugar (los “residentes”), de manera que es allí donde ejerce derechos civiles (como el voto). Pero la ubicación real de una persona puede ser otra en el momento en que se realiza una operación de recuento poblacional, como el Censo. Se habla entonces de población de hecho, independientemente de si está empadronada o no en el lugar en que se encuentra. Por ello resulta habitual que ambas poblaciones no coincidan.

Esta distinción da lugar a otras, derivadas: la que se hace, dentro de la población de hecho, entre los residentes y los transeúntes (aquellos que aparecen en el recuento pero que en realidad son población de derecho en otro municipio); la que se hace, dentro de la población de derecho, entre la población presente y la población ausente.