Martes 1 de Abril de 2025


1906-09 Asociación obrera

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En las elecciones de noviembre de 1906 fue nombrado alcalde D. Justo Barrero, por haber cumplido 67 años renuncia al cargo, en abril de 1906, le sucede D. Felipe Labrador, renunciando al cargo en noviembre de 1907 al optar por el de Juez municipal, en febrero de 1908 le sucede D. Justo Iglesias Labra, hasta julio de 1909 en que fue nombrado D. Alejandro Villafáfila.
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San Esteban del Molar
Justo Barrero | Felipe Labrador | Justo Iglesias
1906 - 1909

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Proclama de la Asociación obrera
a los trabajadores del partido de Villalpando

«Es cierto hasta la evidencia que la burguesía se dispone para explotarnos este verano de la manera más inicua que lo ha venido haciendo hasta la fecha. Es cierto también que se nos tienden lazos para engañarnos con halagos, y damos la voz de alerta a nuestros compañeros de trabajo, para decirles que los firmantes de un manifiesto dirigido a los agricultores, son representantes burgueses, lo que es más, representantes de la reacción, y con un cinismo que no tiene una persona, por poco piadosa que sea, se ocupan en dicho manifiesto de defender a la burguesía, cuando los necesitados de defensa, como todos sabéis, somos los que lo producimos todo y carecemos hasta de pan para poder alimentar a nuestros hijos.
¡Trabajadores del campo! Uniros como lo estamos nosotros, como lo está Villalobos, como lo están Villalpando, Villamayor, Villárdiga, Tapióles, Revellinos, Cerecinos, Castroverde, Villar de Fallaves y Cañizo.
¡Trabajadores del campo! Los que no estáis asociados, no traicionéis la causa de los oprimidos, que somos todos los que dependemos de esta gente tan poco cristiana , que ha venido alimentándonos con pan y cebolla, como recompensa al excesivo trabajo que hacemos en la siega y en la era.
Trabajadores del campo, la razón es nuestra, y pensando y obrando reflexivamente, el triunfo será nuestro. Vuestro puesto está en las filas de los explotados. Uniros a los que no quieren sufrir las iras y venganzas de la explotación.
Trabajadores del campo, todos juntos nos haremos respetar, y esperamos el día de pedirles estrecha cuenta de lo que hasta la fecha nos han tiranizado.
Nos hablan de la usura, y ya sabéis que el obrero no es usurero.
Más cuadraría ese calificativo a los burgueses que con miras egoístas se aprovecharan de nuestras necesidades y de la falta de unión de los trabajadores para negarles la justa jornada de su trabajo.
No hagáis caso de llamamientos ni ofertas. Tiempo han tenido de hacerlo desde que el mundo es mundo, y, sin embargo, jamás se acordaron de nuestra precaria situación.
Pero en vista de que vosotros habéis despertado del letargo y abrís los ojos a la verdad, no consintiendo que se os trate como á esclavos; no consintiendo que se os trate como caballerías; no consintiendo que por el jornal que debe ganar uno, trabaje el niño, la mujer y el marido; saber y tener presente que la clase capitalista es la causante de tanta ignorancia, pues ante el despertar de nuestras mujeres, de nuestros hijos y de nosotros mismos, esos reaccionarios os quieren tender una red, diciendo que prescinden de toda idea política. No hacerles caso, decirles que les habéis conocido. Que habéis conocido su falsedad.
Trabajadores: Vuestro puesto está al lado de los compañeros de fatigas, no al lado de engañadores: al lado de las Asociaciones obreras que se citan, deben estar todos los obreros del campo, y donde no haya Asociación, crearla, y podéis contar para todo con los firmantes de esta hojita. Trabajadores del campo, al lado nuestro tenéis un puesto que ocupar, y es desde donde únicamente podemos defender nuestros intereses.
Nosotros no ocultamos nuestras miras ni aspiraciones. Queremos, por tener derecho a ello y ser un deber de humanidad, mejorar en el terreno económico. Es decir, queremos trabajar, y ganar para alimentarnos, dejando para los burgueses la sabrosa cebolla que forzosamente nos vienen haciendo comer, demostrando que la burguesía de Villalpando es aún peor que la de otros pueblos.
Queremos que las autoridades y todas las personas sensatas propaguen la verdad del mal trato, peor jornal, pésima alimentación que se nos da, y queremos y exigiremos en tiempo oportuno no apelar al embuste, la calumnia y el engaño, y que se nos escuche a nosotros también, para que sepa el mundo tenemos razón y somos excesivamente sufridos.
En el terreno político defendemos y propagamos la lucha de clases, dividiendo la Sociedad en dos: explotados y explotadores.
Nos creemos con derecho a intervenir en la mala o buena marcha de los Ayuntamientos, Diputaciones y las Cortes, procurando por todos los medios llevar representantes que defiendan a la clase obrera y la razón que a ésta asiste.
Unidos los trabajadores, conseguiremos la emancipación de la Humanidad.
¡Viva el Partido Socialista Obrero! ¡Viva la Unión Internacional!
Vuestros y de la causa obrera.

En los años de finales del siglo XIX y los primeros del XX se fue agudizando la crisis económica y social en el conjunto del país. La salida a la gran crisis agraria de fin de siglo fue la implantación de una política de proteccionismo integral frente a los trigos extranjeros. Amparados en este proteccionismo, que les proporcionaba un nivel de vida razonable, los agricultores no sintieron la necesidad de hacer inversiones en maquinaria agrícola, contando con la complacencia tanto del gran propietario como del pequeño agricultor. Las duras condiciones de vida del campesinado agrícola, braceros y jornaleros, así como la carestía y escasez ele alimentos fueron un buen caldo ele cultivo donde prendió la influencia socialista. La implantación del socialismo en el campo castellano y leonés promovió el asociacionismo obrero, dio pie a reivindicaciones laborales y propició movimientos de lucha entre jornaleros y patronos.

Los asalariados, en general, y de los jornaleros, en particular, padecen una dieta desequilibrada, deficitaria en proteínas y con la consiguiente malnutrición. No deben extrañar extrañar, las peticiones de los jornaleros en la huelga de 1904 en Villalpando, cuando solicitaban de los patronos una alimentación donde estuviera presente "un cuarterón de bacalao y una libra de patatas por la mañana, media libra de legumbres, media de carne y cuarterón de tocino y la sopa al mediodía y media libra de habas y un cuarterón de carne por la noche", junto con tres libras de pan y 3 cuartillos de vino.
El trabajo era de sol a sol y paraban tres horas a mediodía para comer y otra media hora por la tarde de descanso. En cuanto al salario, en Fuentes de Ropel el jornal de los trabajadores dedicados al cultivo de cereales oscilaba entre 1,50 y 1,75 ptas. En 1904, el jornal de los segadores de algarrobas en Villalpando era de 3 reales y un cuartillo de vino. Las mujeres y los muchachos cobraban aproximadamente la mitad. El salario resultaba prácticamente insuficiente si era sólo un miembro de la familia el que trabajaba. Se calcula que el total de gasto diario era de 1 ,73 ptas. De ahí que en época de paro estacional o de falta de trabajo la situación de muchas familias fuera angustiosa, sobre todo cuando se producía una carestía en los alimentos.
Los patronos de Benavente suministraban a sus obreros sopa por la mañana, cocido con carne salada, generalmente en mal estado, al mediodía y pan y cebolla por la tarde. En Villalpando, la manutención consistía en: el almuerzo y la cena en pan y cebolla y la comida en muelas y algo de cecina, tal como se informaba en el I Congreso de Obreros Agrícolas celebrado en abril de 1904 en aquella villa y que fue el preludio de la agitación campesina de los meses de junio y julio de aquel mismo año.
Añádase además las penalidades para pasar el invierno en una región donde escaseaban los jornales y era necesario, además, asegurar el combustible para hacer frente a los rigores de los meses más fríos. En Benavente, algunos propietarios permitían a los jornaleros recoger leña en los montes de su propiedad; ello parecía responder a hacerse con una clientela fiel en momentos de elecciones municipales, provinciales o a las Cortes de la nación.
Junto a la leña, la paja era uno de los combustibles de primera necesidad; de ahí que entre las reivindicaciones de los obreros en la huelga de 1904 se pidieran "dos carros de paja buena" por jornalero y temporada.
A principios de 1904, cuando está arrancando el movimiento socialista zamorano, las sociedades de obreros agrícolas más numerosas eran: Villalpando, con 254 asociados; Villamayor de Campos, con 118; Cañizo, 38; Revellinos y Tapioles, con 32 cada una y Villanueva de Campeán, con 34, lo que sumados a las sociedades de la capital, obreros metalúrgicos, sastres y hortelanos, hacia un total de 656 militantes.
En las elecciones municipales de 1903, los socialistas obtuvieron representación de dos concejales en Villalpando y otros dos en Villamayor de Campos. No obstante, dichas elecciones, fueron declaradas nulas por el Ministerio de la Gobernación, tal como informaba la prensa provincial el 28 de mayo de 1904. El 29 estallaba la huelga agrícola en la villa. No era, desde luego, el primer conflicto jornalero. A últimos de diciembre de 1903 había tenido lugar en Villalpando un altercado en el que participaron varias mujeres y niños de los braceros de la Sociedad Obrera, pidiendo "pan y trabajo" ante el Ayuntamiento. Los sucesos terminaron con el alcalde retenido varias horas en las Casas Consistoriales, con la participación de la guardia civil y con varios destrozos de sillas y cristales. Las aguas volvieron a su cauce con la intervención del juez de 1ª Instancia, que entregó al presidente de la Sociedad Obrera 250 ptas. en concepto de jornales adelantados. Al tiempo, el Ayuntamiento se comprometía en "socorrer la clase obrera necesitada" y aportaba 1.800 ptas. En la relación de los hechos que el alcalde envío al gobernador civil de la provincia, la primera autoridad municipal denuncia la pasividad de algunos concejales que presenciaron los actos y no intervinieron, así como también de la participación de la Sociedad Obrera en el conflicto.
Villalpando, como cabeza de partido y villa más importante de la Tierra de Campos zamorana, acogió en abril de 1904 el I Congreso de Obreros Agrícola. La Sociedad de Obreros Agricultores de esta población, será la que lidere y propague el movimiento campesino.

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