A Miguel Iglesias Rabanales, el amigo.
Con tono llano y faz de campesino
como un abuelo que parte su ternura
bailando Miguelito es " un figura"
que convierte en humano lo divino.
Y cual pastor sentado en el camino
que observa desde lejos la llanura
de un pueblo que desea la cordura
que es saborear un vaso de buen vino.
Dialogas en la calle con la gente
sin más ceremonia, como hermano
cultivas los jardines diligente.
Contagias a los viejos tu alegría
con optimismo y fe de buen cristiano
eso si que es tener sabiduría.
Claudio Villafáfila.
[…] A Teodoro, Teodorín para los de su edad, le hubiera gustado leer este poema tanto como a mí. Muchos se acordarán que Teodoro vitoreaba a Miguel en el baile de Baldomero cuando hacía pareja con mi prima Dorina, la hija de Picalías y cuando jugaba a la pelota:
- ¡ "Ole ahí Geñito, hay que ver cómo se estira Geñito" !... [...]
Geñito, era el diminutivo afectivo y filial de Miguel, hijo de Eugenio Iglesias.
Marcelo Rodríguez